En el “Enfoque del domingo”, LA GACETA nos informa que: “…varios ministerios del Gobierno provincial consideran unificar la factura del agua con la de electricidad, para mejorar financieramente los números de la SAT...”. En esta época del año, agua y luz son dos servicios que resumen bronca, sufrimiento y necesidad, considerando la deficiencia en la prestación del servicio. En las horas pico de calor, los tucumanos/as tenemos grandes chances de que se corte el suministro, debido a la alta demanda y ya sea por fallas en la empresa distribuidora o en las transportadoras, los usuarios padecemos estar casi en el mismo infierno. Las penurias por la falta del líquido elemento no son menores, más bien todo lo contrario, quedando sin servicio por largas horas, ¡incluso días! ¡Del tema cloacas mejor ni hablar! Con toda seguridad, la SAT está en el podio de las peores empresas de servicio del país y de las más caras también: la tarifa mensual promedio en Salta capital es de $ 800 y en Tucumán es de $ 2.000. Y la empresa ya anunció un aumento del 200%. Volviendo a la “brillante” idea de la unificación del pago en una sola boleta, solamente se le puede ocurrir a las mentes afiebradas de los burócratas de turno, que desde el buen pasar que le dan sus millonarios sueldos, nos quieren dar el tiro de gracia, en medio de la espantosa situación económica que estamos atravesando. Miles de tucumanos ya dejan de comer para poder pagar estos servicios esenciales. Los menos afortunados, quizás ni eso. Si la SAT tiene problemas financieros, que vea otro modo de solucionarlo, ¡y este es el peor momento para hacerlo! Desde ya les exigimos a los legisladores opositores, hacer oír su rotundo rechazo a la medida, ante semejante atropello. Y al gobernador Jaldo nos permitimos darle un sabio consejo: descarte de plano esta iniciativa de sus funcionarios, que parecieran estar asesorados por el enemigo, a menos que quiera pagar el altísimo costo político de tamaña desmesura.
Ricardo Rearte
Pje. Díaz Vélez 66
Monteros